jueves, 18 de septiembre de 2008

Los lápices siguen escribiendo... A 32 años ya.


Anoche me quedé hasta las 3 de la mañana viendo la peli "La Noche de los Lápices", de Olivera, que encontré gracias a este blog en GoogleVideos. Realmente, es una lástima que no se pase en todos los colegios secundarios del país como parte del programa de historia argentina. Recuerdo haberle pedido a mi profesora de lengua que la pase, y aunque ese día estuvimos charlando mucho del tema con ella, al final se negó por considerarla muy fuerte. En mi opinión personal, me parece que las cosas hay que contarlas como son... o como fueron. No importa si tenemos 14 o 16 o 18 años.

Uno tiende a pensar que la mayoría de las películas "basadas" en una historia real tienen bastante poco que ver con esa historia real, ya que, por lo general, la vida real tiene mucho más de real que de película. Sin embargo, como pude constatar leyendo la declaración del sobreviviente y personaje principal de la película (Pablo Díaz) que encontre en esta página (lectura recomendada), el film de Olivera parece escapar a esta generalidad. Si bien la línea argumental que narra la relación entre Pablo y Maria Claudia Falcone tiene la pinta de ser el mayor exponente de lo que nos advierte el director en la primer escena, que por "razones argumentales se han introducido algunos cambios que no alteran el espírtu ni la veracidad de lo acontecido", el resto de la historia guarda bastante concordancia con lo que dice la declaración.


Invito a los que no hayan tenido la oportunidad, aprovechen ahora (si ahora!) y se tomen el tiempo para verla. No tiene desperdicio.




Acá un poco de información de la Bendita Wikipedia, presten atención a la última frase:

"Se conoce como la noche de los lápices a una serie de secuestros de diez estudiantes secundarios, ocurridos durante la noche del 16 de septiembre de 1976 y días posteriores en la ciudad de La Plata, Argentina. Este suceso es uno de los más representativos dentro de la represión impuesta por la dictadura argentina englobada en el plan del Proceso de Reorganización Nacional, ya que las desapariciones se realizaron sobre estudiantes, en su mayoría, menores de edad.

El caso tomo notoriedad pública en 1985 luego del testimonio de Pablo Díaz, uno de los sobrevivientes en el Juicio a las Juntas. Él mismo participó de la creación del guión que llevo la historia en 1987 al cine.

Tan sólo cuatro de los estudiantes secuestrados sobrevieron a las posteriores torturas y traslados impuestos por la dictadura. Aunque algunos grupos de militares retirados niegan los hechos como válidos, el estado argentino —en su totalidad— reconoce su accionar en lo ocurrido."

1 comentario:

Diego F. dijo...

Yo la había visto hace años y se me quedó grabada, la verdad es que debería ser una obligación cívica verla porque nuestra memoria -como se ve con más claridad con cada día que pasa- es demasiado endeble.
Gracias por levantarla.
Saludos